Si yo no me enfrentara a la rutina
desenvainando sueños nocturnales
y celebrando oscuros esponsales
no fuera del absurdo concubina.
Si yo no me subiera a la colina
para abrazar auroras boreales
y prendiera velitas con rituales
que hacen la noche clara y andarina.
Si yo no despreciara condiciones
y no me repugnaran las razones
que das para vivir, siempre tranquilo.
Sería una mujer de eterna fiesta,
dulce, tierna, gentil y bien dispuesta,
¡Qué ganas de llorar, cuando me alquilo!
Morgana de Palacios
Fotografía: Arlette Montilla